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28 07 2020

Ser feliz es el objetivo #1 de cada ser humano en La Tierra, sin embargo, muchas veces lo olvidamos y abandonamos en el camino cegados por la necesidad de tener razón.

Siempre me oirás decir que todo es posible y que además necesitas creerlo para llegar a vivir una vida plena y ser feliz.

No necesitas renunciar a una cosa para tener otra:

  • No necesitas renunciar a tu familia para tener éxito en tu trabajo,
  • No hace falta que dejes de hablar libre y claro para ser aceptada y
  • No tienes que renunciar a ser una buena persona para disfrutar de una vida abundante.

Sin embargo…

Si necesitas tener razón, o más específicamente que los demás te la den, te será muy complicado ser feliz, libre y la verdadera dueña de tu vida.

La necesidad de tener la razón no es nueva, nos ha acompañado durante toda la historia y ha moldeado el mundo en el que vivimos.

Querer tener la razón ha sido la causa de guerras y genocidios y aunque quizás pienses que, en tu vida, el hecho de defender lo que crees, es inocuo o incluso beneficioso, la verdad es que, si se convierte en una necesidad, será una de las fuerzas más poderosas que te separen de tu verdadero objetivo: Ser feliz.

Si realmente quieres ser feliz y disfrutar de la vida, acompáñame y descubre las 5 razones por las que seguir empeñandote en tener razón te lo impedirá.

  1. Es una pérdida total de tiempo y energía

Dime una cosa. Cuando entras en Facebook, pasas decenas de publicaciones. ¿En cuales te paras? ¿Cuáles lees? ¿Cuáles no? ¿Qué información dejas entrar en tu realidad?

Tus ojos y tu dedo seleccionan rápidamente e instintivamente los que concuerdan con tu forma de pensar, con lo que te da la razón. Es decir, lees lo que resuena contigo, lo que vibra con tu misma frecuencia de vibración.

En cambio, cuando vemos un artículo que va en contra de nuestra forma de pensar, de lo que hemos hecho nuestra verdad, nos da rabia, nos enfada, lo criticamos, como mucho leemos el título y algún comentario, para pasarlo rápidamente.

Esto sucede porque esa información es totalmente opuesta a nuestra frecuencia de vibración y la repelemos rápidamente.

Hace unos días explicaba desde un punto de vista científico cómo funciona la ley de la resonancia o vibraciones similares para entender definitivamente cómo atraes lo que resuena contigo y rechazas lo que no, sin tener que hacer un acto de fe.

Aquí puedes ver la repetición:

En definitiva, vamos a atraer y dejar entrar en nuestra mente y nuestra realidad solamente lo que vibre con nuestras ideas preconcebidas, con nuestras creencias y vamos a rechazar lo que no.

Por eso, cuando pasas horas escribiendo, compartiendo, comentando noticias o artículos con el objetivo de convencer al resto del mundo de que lo que tu crees es la verdad, solo llega a los que ya creen lo mismo que tú y difícilmente llegará a alguien que no.

Así que lo mires como lo mires es una pérdida de tiempo y de energía total.

  1. Impide que nueva información entre en tu mente

Una consecuencia de esto mismo es que cuando necesito demostrar que tengo razón no permito que nada que pueda ponerlo en duda entre en mi mente.

Cerrar la puerta a toda esa información la cierra también a otra que podría darnos las respuestas que buscamos, hacernos otras más elevadas o, todavía más interesante, desaprender y cuestionar ideas y creencias que nos mantienen alejadas de vivir nuestros sueños.

Leer y dejar entrar información nueva en tu mente no significa que la tengas que creer, ni mucho menos obedecer, pero si no la dejas entrar nunca la podrás emplear.

  1. Ta hace totalmente dependiente del exterior

¿Te ha pasado que cada vez que descubres una técnica o metodología nueva que te sirve para evolucionar y crecer, es siempre la mejor y se lo quieres mostrar y demostrar a todo el mundo?

Cuando descubrí la facilitación, era lo único, lo mejor. ¡Hasta que descubrí el Coaching! Madre mía esto si que es lo último, no puede haber nada mejor. Hasta que encontré el ThetaHealing y le dio la vuelta a todas mis creencias!

Claro que cada una de estas técnicas son increíbles y maravillosas, ¡Para mí! ¿Por qué? Porque me funcionan y me permiten lograr lo que quería y antes no podía conseguir: !ser feliz!

Pero cuando intento convencer a todo el mundo de que yo tengo razón y dependo de que me la den, entonces pierdo el foco y vuelvo a caer en la trampa del reconocimiento externo.

Cuando subimos un escalón en nuestra escalera de crecimiento personal y esperamos que los que continuan estando en el mismo nivel nos reconozcan lo que hemos evolucionado y nos admiren por nuestros logros, solemos decepcionarnos y frustrarnos cuando recibimos exactamente lo contario.

Mírate, escúchate y créete y dejarás de depender de que lo hagan los demás.

  1. Te hace caer y retroceder

Cuando quieres tener razón y no recibes el apoyo externo a eso nuevo que estás descubriendo en tu vida, no te entienden o no comparten tu entusiasmo, empiezas a dudar de ti misma. Ahora eres tú sola intentando convencer a todo tu alrededor.

Es una tarea titánica y la corriente de fondo te arrastra con fuerza con pensamientos que aparecen en tu mente sin poder controlarlos:

  • Si cambio, me quedaré sola.
  • Seré la rara y seré rechazada.
  • Esto no funciona.
  • Mejor me quedo como estoy.
  • Si todos piensan así será que tienen razón.

Cuando necesitas la aprobación de los demás y que piensen lo mismo que tú para convencerte de que está bien y que tienes razón, estos mensajes se encargan de autosabotearte para volver a donde tienes razón.

Por eso, empiezas a dejar de meditar, a dejar de enfocarte en lo positivo, vuelves a quejarte por lo injusta que es la vida y lo mal que lo hacen todo los políticos. Dejas de hacer todo eso que te estaba haciendo avanzar a tu gran objetivo: ser feliz. Vuelves a vivir “la verdad” de todos los que están a tu alrededor, que vuelve a ser la tuya también. Vuelves a esa verdad que te da la razón: Nada funciona, la vida es sufrimiento…

Tu camino es tuyo y solo tú puedes dar los pasos o volver hacia atrás. Nunca es responsabilidad de los demás.

  1. Te impide encontrar tu verdad.

Cuando te empeñas en demostrar que la culpa de que tu matrimonio sea un desastre es de tu marido, pierdes la oportunidad de ir hacia adentro y encontrar qué lecciones tiene para ti, esas que al aprenderlas te acercan a ser feliz de verdad.

¿Qué camino quieres andar? ¿el que tú decidas o el que te dejen transitar?

Si sigues dependiendo de tener la razón, sigues dependiendo de lo que hagan los demás, sigues siendo una víctima y por supuesto, una víctima no tiene libertad.

Enfocarte en excusarte ante ti misma y ante los demás, te impide tomar tu responsabilidad. Y sin responsabilidad no hay libertad.

Creo que estas 5 razones son lo suficientemente poderosas para que, si te estabas desviando del camino a la felicidad, empeñandote en tener la razón y convencer al mundo de ello, empieces a poner el foco y toda tu energía en lo que realmente te lleve a vivir la mejor versión de ti misma.

Para ello, para conseguir reenfocar y poner nuestra energía y potencial a trabajar para nosotras y nuestros sueños, es necesario o muy recomendable entender por qué lo hacemos.

¿Por qué si nos limita tanto y nos aleja de la felicidad, nos seguimos enrocando y malgastando la vida en demostrar que tenemos razón?

Es lo que llamamos en BE YOUR BEST una corriente de fondo: el reflejo en la realidad de los programas ocultos en la mente subconsciente.

La necesidad de tener la razón suele ser un reflejo de necesidades más profundas y primarias como la necesidad de ser aceptada, de ser importante, de ser respetada…

Para llegar a ser feliz completamente estas necesidades necesitan ser cubiertas. El problema es que están en un plano diferente, subconsciente, son necesidades de tu niña interior y si sigues esperando que sean cubiertas desde afuera seguirán haciéndose cada día más grandes.

Hoy TÚ eres la mujer adulta y madura que puede llenar todos los vacíos y huecos que hayan podido quedar, solo así te acercarás a la verdadera felicidad.

Hasta que tú no te aceptes, te respetes y te des importancia, dependerás de que lo hagan los demás.

¿Cómo lo hago? ¿Qué puedo hacer?

  • Empieza a darte tú lo que sueles pedir a los demás.
  • Mira siempre hacia a ti y pregúntate ¿Qué tiene esto para mí? ¿Qué necesito aprender?
  • Responde con sinceridad y profundidad estas preguntas:
    • ¿Para qué necesito realmente tener la razón?
    • ¿Qué sería lo peor que podría pasar si no me la dieran?
    • ¿Qué realmente se está cuestionando?
  • No caigas en la trampa. Sigue tu camino y libérate de la expectativa de que todo el mundo te dé la razón.

Crea tu verdad, créela y disfrútala.

Cuando realmente dejas de depender de tener la razón, es cuando dejas de dudar de ti misma y reconoces tu verdad, sin dudas y sin depender de lo que piensen o hagan los demás.

Te respetas–>Respetas –> Te respetan

Esta es la dirección que te permite alcanzar la felicidad. Nunca sucede al revés.

Deja de esperar a que te respeten para tú respetar y por último respetarte.

El trabajo empieza siempre por ti, empieza a mirar en la dirección adecuada,

Me encantaría convencerte y que vieras el gran potencial que tienen las técnicas que a mi me han cambiado la vida, que me han permitido dejar de depender de tener la razón y de que tú hoy me creas o no.

Pero sé que es tu decisión y lo mejor que puedo hacer por ti (y por mí) es mostrarte cómo, a ti también, te puede ayudar a dejar de depender de las circunstancias y de los demás. Quiero acompañarte para que no te pares nunca, hasta que no estés plenamente satisfecha de quién eres y te sientas plenamente feliz de la vida que creas cada día.

Si estás dispuesta a abrirte a nuevas posibilidades y verdades, aquí me tienes. Agenda tu sesión gratuita y descúbrelo por ti misma.

sesion previa Esther Garces

O escríbeme y cuéntame qué pasos te separan hoy de alcanzar la completa felicidad.

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