Porqué mentir no está mal y que lo sigas creyendo roba tu libertad

20 05 2022

No esperes encontrar una apología a la mentira. Para nada es mi intención incitarte a mentir, ni mucho menos que inicies una vida llena de mentiras y falsedad. En realidad, el objetivo de esta entrada es que encuentres tu verdad y la libertad para emplearla.

Lo que encontrarás en estas líneas, es la forma de empezar a ser realmente sincer@ contigo mism@ y con los demás, sin tener que renunciar a tu libertad para hacerlo.

Todo empezó hace mucho tiempo.

Nos educaron diciéndonos que estaba mal mentir, pero nadie nos explicó por qué estaba mal, qué era realmente lo malo de mentir y mucho menos para qué nos serviría ser sinceros.

Como tantas lecciones recibidas, está mal y punto y, por lo tanto, merece ser castigado.

El problema es que, a la vez que nos decían esto y nos castigaban para que aprendiéramos a fuego la lección, nos mentían constantemente.

Nuestros padres nos mentían, los profesores nos mentían, todo el mundo nos mentía.

La ciencia ha demostrado que nuestras neuronas espejo, las responsables de nuestro aprendizaje, no hacen ni caso a lo que alguien nos dice. Ellas se limitan a imitar lo que los otros hacen, repiten comportamientos, nada más.

Por eso tu hijo, por mucho que le dices que deje el telefono, está constantemente con él, porque no aprende lo que le dices, simplemente repite lo que tú haces.

Así que el resultado es que aprendimos a vivir mintiendo y por supuesto a castigarnos por ello constantemente.

Y quizás algo todavía peor es que entendimos que lo que realmente está mal es mentir a los demás, así que nos enfocamos en mentirnos a nosotros mismos, porque no nos parece que eso esté tan mal y entonces lo hacemos todo el tiempo y sin darnos ni cuenta. ¿Te suena?

Una de las consecuencias de esto que vivimos como algo “tan normal”, es que creímos que la verdad era la que nos decían desde fuera:

tú no puedes,
tienes que esforzarte más,
nunca llegarás a nada,
tienes que trabajar duro,
no te puedes fiar de nadie

¿Qué más creíste tú que era verdad?

Si mentir está mal, entiendo que lo me dicen mis padres y mis profesores tiene que ser la verdad, y no me queda otra que aceptarlo y creerlo como mi verdad.

El problema es que hoy, aunque sea una adulta independiente, esa verdad sigue estando activa en mi mente subconsciente, por eso, cuando encuentro algo dentro de mí que no encaja con esa verdad impuesta desde fuera, tengo que engañarme a mí misma y evito por todos lo medios encontrar algo que la contradiga.

¿Cómo podría entonces llegar a conocer mi verdad? ¿Cómo podría ser sincera si no se cual es mi verdad?

Imposible.

Párate un momento y piénsalo, ¿por qué está mal mentir?

¿Quieres saber por qué nos dicen que está mal mentir? ¿A quien le interesa que creamos que mentir está mal, que es pecado y que merece ser castigado?

La información es poder, así que, si tú tienes que decirme todo lo que sabes, yo tengo tu poder.

Desde los primeros tiempos que la historia nos ha contado, los grupos en el poder han exigido la verdad al resto, más que la verdad, la información, sin embargo, ellos no compartían todo lo que sabían con el resto.

Obviamente hoy sigue sucediendo lo mismo. El 99% de la población debe ser sincera, no mentir nunca, tenemos que demostrar que seguimos las reglas y que no escondemos nada, con documentación y permisos interminables, pero el 1% que controla el mundo nos oculta la verdad, nos miente descaradamente y está bien. Al menos nadie protesta demasiado y cada uno sigue con su vida.

El hecho es que, si alguien quiere mantener el poder sobre el resto de la población, y sobre ti en particular, le interesa mucho que tú sigas creyendo que mentir está mal.

Párate un momento y piensa en alguna situación en la que mentir esté justificado o incluso esté bien.

¿Se te ocurre alguna situación? ¿No? Y que me dices cuando tu vida o la de alguien que amas está en riesgo.

Piensa en la última película que has visto, ¿desde cuándo el héroe dice siempre la verdad? ¿Te parece mal cuando miente a los malos para salvar a la víctima?

No, mentir no está mal, no siempre está mal, por la sencilla razón de que, si realmente siempre estuviese mal, no tendríamos la capacidad de hacerlo.

Si realmente mentir está siempre mal y siempre debo decir la verdad, desaparece mi derecho a decidir libremente qué quiero decir.

Y eso significa que no tendría Libre Albedrío, que estaría renunciando a mi único derecho fundamental: el derecho a decidir libremente.

Y cuando renuncias a tu derecho fundamental, renuncias a tu libertad y empiezas a ser una víctima despojada de tu poder.

Vas viendo cual es la estrategia ¿verdad?

«Sé que todo lo que instale en tu mente antes de los 8 años formará parte de tus programas mentales subconscientes, los cuales condicionarán tu comportamiento, tus emociones y toda tu vida adulta sin que te enteres, sin que seas consciente de cómo esas reglas automáticas te están limitando y robando tu verdadero poder: el de decidir en libertad.»

Tú solo te mientes, tú solo te castigas, tú solo te obligas a entregar tu poder.

Pero la buena noticia es que tú todavía tienes el poder de salir de esa rueda de auto-limitación

Y que ahora estés leyendo esto no es casualidad. Si estás aquí es porque es el momento de retomar tu poder, de encontrar tu verdad y de liberarte de todo lo que te está haciendo sentir mal, culparte y castigarte.

Hoy estás aquí para emprender el camino a descubrir tu verdad y dejar de permitir que otros te impongan la suya.

Hoy es el momento de entender que mentir, por sí mismo, no está ni bien ni mal, que es solamente una opción, y que el verdadero problema es cuando crees que tienes algo que esconder.

Porque cuando yo no tengo nada que esconder, puedo decidir libremente qué quiero decir en cada momento, sea verdad o no, pero si tengo algo que esconder, no podré decidir y tendré que mentir y, lo que es peor, no podré vivir relajada porque estaré muerta de miedo por si alguien descubre o destapa eso que tengo que esconder.

Y ahí, es exactamente donde necesitas llegar si sientes que la vida te castiga constantemente, si tienes miedo de que alguien descubra alguna parte de ti y vives mintiendo y mintiéndote constantemente para mantener la versión falsa que has creado de ti mismo.

Necesitas encontrarte, necesitas descubrir tu verdad y necesitas liberarte de todas las creencias impuestas que te están impidiendo decidir en libertad y vivir TU VIDA y no la de nadie más.

Porque si estás aquí es para vivir tu vida y mientras sigas sin hacerlo, seguirás sufriendo y sintiéndote incomplet@, limitad@ y sin un propósito.

Si quieres ser sincer@ de verdad, empieza hoy y ahora contigo mism@. Decide libremente si quieres seguir viviendo una mentira o si quieres encontrar tu verdad, tu vida y tu camino.

Los pasos los das tú, pero no tienes que hacerlo sol@, hoy te invito a dar el primer paso de forma sencilla, sin dramas y sin costo alguno.

Reserva ahora tu sitio en la próxima edición del Ritual Conecta con los pies en La Tierra que solo abro gratuitamente una vez al año.

Y si estás dispuesta o dispuesto a dar el paso definitivo y quieres que indaguemos y limpiemos las creencias que hoy te están limitando e impidiendo disfrutar de la vida mano a mano escríbeme y lo hacemos juntos.