Los 7 pasos para conseguir que tu hijo haga lo que tu quieres
Toda madre espera que sus hijos hagan lo que ella quiere.
Como conseguirlo es el verdadero desafío y en este artículo te cuento los 7 pasos que necesitas dar si quieres hacerlo a la vez que lo respetas y alimentas vuestra relación con Amor Incondicional.
Me levanto con todas las ganas de, hoy sí, conseguirlo. Sin embargo, antes de salir de casa, ya he perdido la calma y la tensión empieza a elevarse igual que los decibelios en el ambiente.
¿Cómo voy a conseguir ser una buena madre, cómo quiero darles lo mejor si no soy capaz de mantener la calma ni siquiera unas horas?
Este ha sido uno de los mayores desafíos a los que me he enfrentado en mi vida desde que me convertí en madre: Saber sin lugar a dudas cómo puedo influir positivamente en mis hijas y cómo hacerlo sin desesperar.
No me hizo falta indagar mucho para entender que cuando pierdo la calma y los gritos entran en escena, me alejo rápidamente de mi objetivo: influir positivamente en su hoy y en su mañana.
Cada vez que caía, cada vez que volvía a gritar no podía callar esa voz en mi mente: ¡Es imposible! Déjalo, no tienes nada que hacer.
Pero en el fondo sabía que tenía que haber otra manera. Una en la que todo fluyera, en la que pudiese conseguir hacer lo que queríamos hacer y además no hacerles daño.
Otra forma de relacionarme con mis hijas y vivir nuestra vida tenía que existir y si no existía yo la iba a inventar.
Descubrí que la mejor manera de que mis hijas hagan lo que yo quiero, es que decidan hacerlo.
El camino que me llevó a encontrar la fórmula para conseguir que mis hijas decidieran hacer lo que yo esperaba, no ha sido corto ni rápido, pero lo importante es que !lo he encontrado! y hoy estoy aquí para compartirlo contigo y que tú no tengas que invertir otros 8 años de tu vida en aprender cómo hacerlo.
Acompáñame a conocer los 7 pasos que, si das uno a uno y sin saltarte ninguno, te llevarán a conseguir que tus hijos decidan hacer lo que tú quieres que hagan sin tener que gritar ni perder la calma nunca más.
Paso #1: Respira y mira hacia adentro
Cuando se ha disparado el resorte dentro de tí, cuando después de decir lo mismo 20 veces nadie te escucha o hacen exactamente lo contrario a lo que estás pidiendo, tu paciencia llega a cero y explotas.
Puedes explotar o también implotar, es decir, tragarte tu ira y rabia. El resultado es siempre una vibración muy negativa recorriendo los cuerpos de todas las personas que estéis presentes.
Si crees que cuando reprimes tu rabia evitas afectar a tus hijos estás muy equivocada, la energía y la vibración es algo que siempre va mucho más allá de los límites de tu cuerpo físico y por lo tanto os va a afectar a ti y a todo el que esté a tu alrededor.
El primer paso para evitarlo es sentirlo, reconocerlo y hacerle caso.
Está pasando, hay algo que está hirviendo dentro de ti y seguirá haciéndolo si sigues ignorándolo. Cualquier cosa que dejamos de mirar permanece oculta y tomando el control sobre nosotras.
Cualquier cosa que está en ti y sigas ignorando te seguirá controlando.
Es como entregarle el mando a distancia de tu comportamiento, de lo que haces y por lo tanto de todas las consecuencias que eso trae a tu vida.
Respira, reconoce qué es lo que estás sintiendo físicamente, dónde lo sientes y hacia donde te lleva.
Si necesitas gritar para dejarlo salir, busca un sitio seguro y hazlo.
Si no te da tiempo, siempre es mejor que sueltes un grito al aire y cuando estés calmada le expliques a tu hijo lo que te ha sucedido de la forma más natural posible.
Cuando haces esto, tu hijo tiene la oportunidad de entender que está bien expresar las emociones y también que no tenía nada que ver con él, es decir, que no era culpa suya.
Alejar la culpa de nuestros hijos es tan importante como liberarnos de la que cargamos nosotras
Cuando cargamos culpa no podemos disfrutar, no lo merecemos y por lo tanto nunca nos lo permitiremos.
Asegúrate de no pasar esta herencia a tus hijos porque cuando la culpa se instala en nuestra mente y en nuestro cuerpo permanecerá ahí hasta que hagas algo para liberarte de ella.
Si quieres saber más sobre cómo dar a tus hijos sólo lo que les empodere y haga libres no dudes en darte una vuelta por nuestra sección MAMÁ-COACH.
Una vez que has respirado y has reconocido qué es lo que te está pasando, has dejado que la emoción fluya saliendo de tu cuerpo sin hacer daño a nadie, puedes pasar al siguiente paso.
PASO #2: Qué es lo verdaderamente importante
¿Qué es eso tan importante que te ha hecho reaccionar de esa manera?
¿Cuál ha sido el verdadero desencadenante de esa reacción emoción y consiguiente comportamiento?
Muchas veces nos saltamos este paso, nos dejamos llevar por la sencillez del “es normal”.
Simplemente es normal gritar y perder la paciencia cuando llevas 20 veces diciendo lo mismo y nadie te escucha.
Pero si te paras a pensarlo un segundo, ¿Qué importa si es lo normal?
Si lo que quieres es que no vuelva a pasar, necesitas dar este paso y preguntarte ¿Por qué es tan importante? ¿Cuál es la verdadera gravedad del asunto?
¿Es que no te escuchen? ¿Es sentirte ignorada? ¿Es que no te respeten?
¿Qué es lo que realmente te hace sentir eso que acabas de vivir?
Deja de temer lo que puedas encontrar en tu mente, en lo más profundo de ti. Te aseguro que no hay nada dentro de ti que quiera hacerte daño y lo más importante:
No hay nada dentro de ti que no puedas cambiar
Así que permítete responder a estas preguntas si realmente quieres conseguir que tus hijos hagan lo que esperas de ellos sin perder la calma y sin crear sufrimiento ni para ti ni para ellos.
Encontrar qué es tan importante para tu subconsciente que te lleva a reaccionar con rabia, ira y descontrol, te permite entender por qué no estás priorizando lo que para ti es conscientemente lo más importante.
¿por qué si tus hijos son lo más importante para ti acabas tantas veces dejándolos para el final?
Durante años lo he estado haciendo constantemente: Decía que mis hijas eran lo primero, sin embargo, las decisiones que tomaba reflejaban que estaban muy por detrás en mi lista de prioridades: si por trabajo tenía que mudarme cada 6 meses, lo hacía sabiendo que eso les iba afectar negativamente.
Permítete entender qué es realmente importante para ti en todos los niveles de tu mente.
Solo cuando tus programas mentales conscientes y subconscientes están de acuerdo puedes vivir y actuar con coherencia y lograr tu objetivo fundamental: influir positivamente en tus hijos y que vivan la mejor vida que puedan vivir.
PASO #3: ¿De dónde viene?
En algún momento, hace seguramente muchos años, decidiste que “eso” no estaba permitido o que “aquello” era una obligación indiscutible.
Nuestra mente subconsciente es literal, radical y generaliza
Lo que acepta como verdad, es la única verdad posible y aplica para todo el mundo. Sin excepciones.
Es decir, si yo acepté que como niña debía escuchar siempre y en todo momento a mis padres, incluso por encima de mí misma, esa es mi verdad y es “la verdad”.
Por lo tanto, no solo yo debía escuchar a mis padres: «Todos los niños tienen la obligación de escuchar a sus padres»
Pase lo que pase, sea lo que sea. Que un niño escuche a sus padres es La Ley y cuando no se cumple la ley hay que hacerla cumplir ¿verdad?
Si cierras los ojos, respiras profundamente y le permites a tu mente que viaje libremente, te llevará al primer momento donde sentiste eso mismo.
Podrás entender ¿Qué decisión tomaste y por qué?
Este es un buen momento para retomar la relación con esa niña que sigue viviendo dentro de ti y explicarle los matices, la verdadera importancia de escuchar, la diferencia entre escuchar y obedecer, que puede escuchar y después decidir, que puede escuchar y además ser escuchada y lo más importante quizás, que puede y merece escucharse a sí misma.
Empezar a darnos lo que llevamos tanto tiempo esperando que nos den los demás, es el paso imprescindible para poder ofrecérselo a nuestros hijos.
PASO #4: Reconoce tus expectativas
- ¿Qué es lo que realmente esperas que suceda?
- ¿Qué expectativas tienes sobre el comportamiento de tu hijo?
- ¿Cuál es el resultado que quieres conseguir?
No te sorprendas ni te averguenes si las respuestas que encuentras se parecen a las que mil veces he encontrado yo: espero obediencia ciega para acabar cuanto antes, poder huir y desaparecer.
El problema es que si tenemos una idea de lo que una madre debe ser, decir, pensar y sentir y lo que vivimos se aleja de esa “verdad” sufrimos, nos juzgamos y nos culpamos.
Byron Katie nos ofrece una herramienta increible para a través de su «Trabajo» entender como nuestros pensamientos sobre lo que «debería ser» está creando nuestra infelicidad.
Las creencias y programas subconscientes de los que no somos conscientes crean nuestro comportamiento, nuestros pensamientos y nuestras emociones.
Por eso si quieres que tu comportamiento, tus pensamientos y tus emociones cambien el único camino es descubrir esas creencias y cambiarlas.
Si te interesa saber más sobre cómo hacerlo en los Seminarios de Certificación Oficial en ThetaHealing te harás una maestra en ello.
Reconocer lo que realmente esperas en un momento dado te sirve para separar a tu hijo de lo que a ti te está pasando.
Te sirve para entender que en realidad no es normal y que “eso” que te está pasando es un aviso, un reflejo de que hay algo en tu mente subconsciente que está creando un comportamiento automático que te lleva exactamente hacia donde no quieres ir y eso no tiene nada que ver con lo que haga o deje de hacer tu hijo.
PASO #5: Mírale sin filtros
Ahora estás lista para mirar, quizás por primera vez a tu hijo.
Ahora le puedes preguntar sin expectativas, sin juicios, sin obligaciones ciegas subconscientes ¿Qué quiere? ¿Qué necesita?
Este es un gran momento para empezar a tomar la medicina que solemos recetar. Si le estaba exigiendo a mi hijo que me escuche, seguramente será un gran paso empezar escuchándole yo a él.
Escuchándole de verdad, sin expectativas de la respuesta correcta que quiero recibir, escuchando para entender, con mi ser dispuesto a responder.
Para poder dar este paso y escuchar activa y complemente a tu hijo, necesitas haber realizado completamente todos los pasos anteriores, especialmente habiéndote escuchado a ti misma.
Como todo, la primera vez quizá no te salga perfecto. La mejor forma para asegurarte de conseguirlo es practicando y siendo compasivas con nosotras mismas y con los demás.
Escúchate, escucha y cuando caigas, cuando vuelvas a gritar, amate más todavía y vuelve a empezar.
Practica, es la única forma de hacerte maestra en algo, mírate y mírale.
PASO #6: Escoge las palabras
Ahora que sabes qué necesita tu hijo es realmente fácil y sencillo decidir cuál es la mejor forma de actuar, qué decir, qué hacer para conseguir que decida hacer lo que tú quieres que haga sin perder la calma.
Muchas veces intentamos saltarnos todos los pasos anteriores y buscar una solución rápida y evitar mirar hacia dentro.
Solemos buscar consejos de expertos, buscamos en internet ¿Qué hacer cuando mi hijo no me hace caso? ¿Cómo conseguir que recoja, que haga los deberes?
Buscamos la solución rápida y fácil a esa expectativa que, si no has pasado por el paso #4, sigue en la sombra manejando tu vida como si tú fueras su marioneta.
Todo lo que siga en tu sombra te domina, así que si quieres una solución que te lleve a donde quieres estar y ser la mujer y madre que realmente quieres ser, empieza a dar los pasos previos que te permitirán encontrar la solución adecuadas para ti, para tu hijo y para cada situación que se os presente.
Porque se trata de ser flexible, de responder de la mejor manera en cada situación y las soluciones para todo simplemente no funcionan, al menos si tu objetivo es realmente crear un impacto positivo en tus hijos a la vez que disfrutas de tu vida, de tu maternidad, en un hogar donde se respira calma y serenidad.
Por eso, cuando has dado los pasos del #1 al #7 encuentras las palabras adecuadas fácilmente, en realidad vienen sin ni siquiera buscarlas.
Las mejores lecciones son las que nos enseñamos a nosotros mismos, así que si quieres un consejo, el único que te puedo dar es que transformes cada mensaje que quieras dar en una pregunta.
La mejor lección: una pregunta
Nuestra mente no puede dejar una pregunta sin contestar y la de nuestros hijos menos aún.
Si le haces una pregunta, obviamente sin segundas, sin acritud, sin filtros… tu hijo va a buscar la respuesta y la encontrará, quizás no en ese mismo momento pero cuando lo haga no hará falta que se lo repitas nunca más.
Sé que si estás aquí es porque quieres influir positivamente en tus hijos y ofrecerles lo mejor para su futuro es tu máxima prioridad.
Para conseguir hacerlo y estar segura de ello necesitas conocer cómo cada cosa que haces, dices o insinúas les afecta. Esto es exactamente lo que hacemos en Mamá, Líder y Coach.
PASO #7: Lo que hagas, que sea con amor
Uno de los principios fundamentales que he aprendido en el camino del crecimiento personal a través de la maternidad es que da igual lo que digas, lo único importante es lo que vibres.
Puedes decir te quiero y hacer mucho daño y puedes no decir nada y hacer sentir a la otra persona lo más importante del mundo.
Recuerda: tu energía, tu frecuencia de vibración va mucho más allá de ti, de tu cuerpo físico.
Los niños desarrollan sus sentidos emocionales desde que nacen, sin embargo, la capacidad de entendimiento lingüístico tarda bastantes años en desarrollarse completamente.
Por lo tanto, lo que tu hijo va a interpretar en primer lugar es la vibración que está llegando a su espacio. Por eso, todo lo que digas que sea con amor.
Quizás estés pensando que quieres un atajo para llegar hasta aquí, sin tener que pasar por los otros 6 pasos anteriores.
Sin embargo, la verdad es que este es el atajo.
Dar estos 7 pasos es el camino más rápido para conseguir todo lo que quieres:
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Influir de manera positiva en tus hijos
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Disfrutar de tu maternidad, de tu vida y de ti misma
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Conseguir que tus hijos hagan lo que quieres que hagan rápidamente
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Hacerlo con calma y sin gritar
Aquí, en esthergarces.com sabemos que cada experiencia estresante es una oportunidad para crecer, para aprender y elevarnos un escalón más en nuestro camino.
Sólo cuando conocemos cómo funciona algo podemos influir en el resultado
Si sabemos cómo se crean los programas que crearán quién es, podemos influir conscientemente hacia un resultado específico, evitando seguir haciendo lo que “creemos” que es lo mejor para ellos pero sin tener ni idea de cuales podrán ser las consecuencias.
Si sabemos cómo influye cada palabra, cada mirada, cada broma que le decimos a un niño, podremos introducir conscientemente las que sabemos que le van a llevar a ser su mejor versión, las que le permitan desarrollarse en todo su potencial, evitaremos heredarles las creencias que a nosotras nos han limitado durante tanto tiempo.
Si quieres realmente influir positivamente en tus hijos, que vivan la mejor vida que pueden vivir, siendo libres y exitosos entra ahora a nuestro Curso Online MAMÁ, LÍDER Y COACH, dónde además dominar estos 7 pasos e incluirlos en tu vida de forma fácil y sin esfuerzo aprenderás:
-
Cómo se desarrolla y funciona el cerebro de tus hijos, qué puedes esperar y cómo influir positivamente en el proceso.
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Cómo funciona su mente y cómo se crean los programas mentales que después formarán su personalidad, quién son, cómo afrontarán la vida y su comportamiento automático.
-
Cómo entender y gestionar las emociones para emplearlas en tu bien y el suyo.
Quiero que vivas tu mejor versión en todas las áreas de tu vida, por supuesto también como madre. En realidad esa es misión y si estás aquí es porque realmente estás decidida a hacerlo.
Me encantará hablar contigo y que me cuentes qué es eso que a ti te está separando de disfrutar de tu maternidad, de tus hijos, de tu vida, de ti misma…
Si te ha servido y crees que puede ayudar a otras madres a caminar también hacia su mejor versión COMPARTE y COMENTA. Tu opinión es lo más importante.
!Seguimos caminando, vamos juntas!
Con Amor Incondicional,
Esther